La Comisión Europea ha anunciado un nuevo Reglamento sobre morosidad, el cual revisará la Directiva vigente sobre morosidad de 2011. Al contrario que una Directiva, este nuevo Reglamento es directamente aplicable y establece las mismas disposiciones en toda la UE, aplicándose de manera uniforme en los 27 estados miembros.
La CE se ha visto obligada a tomar nuevas medidas para combatir el problema de la morosidad, ya que tiene fuertes repercusiones sobre las pymes. Una de cada cuatro quiebras en empresas se debe a retrasos en el pago de facturas. En muchos casos, existen asimetrías en el poder de negociación entre un cliente más poderoso (deudor) y un proveedor más pequeño (acreedor). Esto provoca que los proveedores acaben aceptando condiciones de pago abusivas.
Las novedades que introduce este nuevo Reglamento son las siguientes:
- La nueva propuesta de Reglamento introduce un plazo máximo único de pago de 30 días para todas las operaciones comerciales, incluidas las operaciones entre empresas y las operaciones entre las autoridades públicas y las empresas. Se mantiene la libertad contractual. No obstante, el plazo de pago no puede superar los 30 días.
- La protección mejorada para los acreedores frente a los deudores es uno de los propósitos de esta nueva normativa. Por ello, se establece que el pago de intereses sea automático y obligatorio para aquellos deudores que paguen con demora. El tipo de interés de demora es de un +8% superior a los tipos de referencia del BCE.
- El observatorio de pagos de la UE se prevé que desempeñe un papel más importante en la supervisión de información relacionada con los pagos en operaciones comerciales.
La nueva normativa comenzará a ser aplicable tras haberse adoptado por el Consejo y el Parlamento Europeo, y haya pasado un año de la entrada en vigor del Reglamento.
Pagar a tiempo es la manera más rápida, sencilla y eficaz de financiar a las pymes. Esta propuesta busca garantizar la liquidez. Al cobrar a tiempo, las empresas ahorrarán una enorme cantidad de horas que actualmente pierden persiguiendo a los deudores. Ese tiempo podrían invertirlo ahora de alguna manera más productiva.