ECMA acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión de una Directiva para la justificación y comunicación de afirmaciones medioambientales explícitas. En el marco del Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción de Economía Circular, es fundamental garantizar que las afirmaciones del comercio y la distribución estén suficientemente respaldadas por pruebas y que los productos contengan y proporcionen los beneficios medioambientales que afirman tener.
Además de esto, se reconoce claramente el papel de los consumidores: la transición a una economía circular no ocurrirá sin ellos y el lavado verde es una amenaza para su participación: los consumidores no podrán tomar decisiones más sostenibles sin recibir información confiable, comparable y verificable.
Las peticiones realizadas:
- Garantizar la coherencia de la Directiva con la legislación pertinente de la UE manteniendo la igualdad de condiciones con los productos importados.
La consistencia regulatoria es importante y la necesidad de evitar superposiciones legislativas, especialmente considerando que las leyes relevantes aún no se han adoptado o aún no se han implementado. En particular, la Directiva sobre Empoderamiento de los Consumidores aún no ha sido adoptada. Como resultado, no está claro cómo se regularán las compensaciones de gases de efecto invernadero en las dos leyes, ya que el Parlamento Europeo tenía la intención de prohibir las afirmaciones basadas únicamente en las compensaciones de carbono en su posición. Además, el proceso legislativo sobre el Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR) genera incertidumbre sobre dónde debe regularse la justificación de las afirmaciones ambientales sobre el contenido reciclado y de base biológica.
Además, existe una interrelación entre esta Directiva y el Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles (ESPR). El ESPR establece un marco general para hacer que los productos sostenibles sean la norma mediante el establecimiento de requisitos de diseño ecológico para grupos de productos específicos para mejorar significativamente el rendimiento de la sostenibilidad. La información sobre el desempeño de la sostenibilidad de los productos se comunicará a través del Pasaporte Digital del Producto (DPP), incluida la información sobre la huella ambiental de un producto. Por lo tanto, se debe tener cuidado para garantizar que los datos sobre las huellas ambientales de los productos coincidan tanto en el ESPR como en la Directiva sobre reclamaciones ecológicas.
Además, los requisitos de presentación de informes deben alinearse con las disposiciones de la Directiva de informes de sostenibilidad empresarial para evitar señales contradictorias para las empresas, así como un aumento innecesario en los costos de cumplimiento.
La necesidad de coherencia también debe preservarse al redactar actos delegados para reclamaciones ambientales explícitas específicas. La participación de expertos relevantes de la industria garantizaría que los requisitos, por ejemplo, sobre reciclabilidad o biodegradabilidad, sean realistas, consistentes con los estándares internacionales y, al mismo tiempo, factibles para la industria de una manera económica y técnicamente viable.
Por último, la Directiva debería aplicarse a todos los productos, tanto si se fabrican en la UE como si se importan, para garantizar la igualdad de condiciones
- Garantizar que los requisitos (de información) sean estrictamente pertinentes para la justificación y proteger la información confidencial.
Si bien el propósito de la Directiva de reclamos ecológicos de luchar contra el lavado verde esbienvenido, se debe tener cuidado para evitar la carga administrativa y la duplicación de esfuerzostanto de las empresas como de las autoridades durante el proceso de verificación. La verificación ex ante por terceros de solicitudes individuales no debe ser el centro de la Directiva, sino garantizarun procedimiento de verificación claro, eficiente y coherente en toda la UE mediante elestablecimiento de directrices claras y contribuyendo así a la seguridad jurídica. Se debe tenercuidado de que los verificadores se concentren en los documentos de respaldo de todas lasdeclaraciones presentadas por un comerciante, pero no en la comunicación individual de cadadeclaración. Lo contrario podría arriesgar un proceso largo que puede desalentar a loscomerciantes de nuevos productos innovadores de base biológica de hacer afirmaciones y, enconsecuencia.
Es fundamental que una declaración verificada y validada en un Estado miembro sea reconocida entoda la Unión Europea, ya que permitiría a los consumidores tomar decisiones informadas ydisuadiría a los comerciantes de buscar el procedimiento de verificación más rápido entre losEstados miembros, perturbando así el mercado único. Es primordial garantizar la calidad delproceso de verificación, y esto también requerirá que los verificadores posean un conocimientosuficiente de las metodologías de evaluación del ciclo de vida y den prioridad a los estudiosrevisados por pares.
Además de esto, se deben proporcionar aclaraciones a través de un conjunto común de directrices sobre:
- Cuán extenso debe ser un LCA, particularmente dependiendo del tipo de reclamo(por ejemplo, reclamo genérico o específico).
- En qué medida y bajo qué condiciones se pueden anunciar mejoras ambientales que solo conciernen a una parte específica de un producto (por ejemplo, el empaque).
- En qué medida un proveedor B2B está obligado a compartir información si el comerciante decide presentar una reclamación.
- Además, es de suma importancia que la divulgación de los datos y la información requeridos no interfiera con la propiedad intelectual de una empresa ni revele información comercial confidencial o sensible. Se otorgarán diferentes derechos de acceso a diferentes partesinteresadas (B2C, B2B, B2Gov) en función del principio de «necesidad de saber». Dado que es necesario poner más y más información a disposición de los consumidores, proponemos que la justificación de las diferentes afirmaciones se pueda explicar en un sitio web, accesible a través de un código QR. Además, proponemos que sea posible combinar varios requisitos de información digital, como pasaportes de productos digitales.
- Aclarar las reglas para la comparación de diferentes categorías de productos y seguir desarrollando métodos para calcular los impactos ambientales del ciclo de vida de los productos.
La Directiva se apoya en gran medida en las evaluaciones del ciclo de vida (LCA). Sin embargo, LCA no es una herramienta para entregar información útil para la toma de decisiones del consumidor. Donde la metodología LCA está bien desarrollada, hay problemas en la práctica.
- Garantizar que los esquemas y etiquetas de certificación ambiental verificados por terceros existentes y bien conocidos sean plenamente reconocidos.
Las etiquetas son una guía importante para los consumidores y los apoyan en su toma de decisiones, siempre que se basen en información verificada, comparable y confiable que esté debidamente certificada. Apoyamos en que se debe frenar la proliferación de etiquetas ambientales engañosas, ya que conduce al lavado verde.